domingo, 27 de noviembre de 2011

Semana intensiva en Bruselas II (¡y vuelta a Bremen!)

El viaje a Bruselas me ha permitido darme cuenta que no hace falta trabajar en la UE (algo que cada día que pasa veo más complicado) para trabajar en algo relacionado con la UE, que al final es lo que me gusta. Evidentemente, las condiciones de trabajo que se ofrecen en las instituciones europeas son dificilmente mejorables en el sector privado no obstante el trabajo en sí puede ser incluso más interesante fuera de las instituciones y más próximo a la realidad también (al menos esa es la impresión que he tenido tras mi visita). En realidad, la mayor parte de la gente que trabaja en Bruselas en asuntos europeos trabaja en compañías u organizaciones privadas (lobbys, ongs, consultoras).

Por otra parte, he de decir que la ciudad en sí no me ha gustado nada. Tampoco he tenido mucho tiempo de recorrerla porque hemos estado de un lado para otro todo el tiempo pero lo que he visto no me ha llamado la atención en absoluto. Hay algunos edificios bonitos pero la encuentro totalmente impersonal, carente de identidad alguna y absolutamente artificial. El único aspecto que me ha gustado es que el ambiente es realmente cosmopolita pero no es un lugar en el que me gustaría vivir, al menos no durante mucho tiempo.

Como conclusión, tras esta semana en Bruselas tengo las cosas un poco más claras. Cuando acabe el master pienso aplicar para todo tipo de internships, por supuesto también en las instituciones pero no sólo allí y desde luego no sólo en Bruselas. Una de las cosas positivas con las que me quedo es que la mayor parte de la gente que ha hecho mi master está trabajando (que ya es mucho) y además lo hace en un contexto internacional, con unas condiciones de trabajo relativamente buenas (no lo digo respecto al salario, que lo desconozco, sino respecto al entorno laboral). Digamos que al menos el viaje me ha dado esperanza.

Por cierto, estaba deseando volver a Bremen. Aquí sí me siento como en casa.

viernes, 25 de noviembre de 2011

Semana intensiva en Bruselas I

Una de las cosas que me llamaron la atención del master que estoy haciendo es que dentro de su programa ofrece una semana intensiva en Bruselas, visitando las instituciones europeas y organizando encuentros con profesionales que trabajan en ellas así como en otras organizaciones relacionadas con asuntos europeos.

Durante estos 5 días (desde el pasado lunes hasta hoy) hemos visitado la Comisión Europea, el Parlamento Europeo, el Comité de las Regiones, la OTAN, la oficina de representación de Bremen en Bruselas, una asociación farmacéutica que ejerce fundamentalmente funciones de lobby, la oficina de Turquía en Bruselas y el Consejo de la UE. Como podréis imaginar, en tan diversos organismos nos hemos encontrado con profesionales de muy distintos perfiles pero con ciertos aspectos en común: multilingüismo, dotes para nlas relaciones interculturales, gran capacidad de trabajo (especialmente bajo presión), habilidad para la comunicación y sobre todo, "to be open minded" (vamos, disposición para aprender y respetar las diferencias).

Aunque las habilidades de cada uno de los profesionales con los que nos hemos encontrado son distintas en función del tipo de tareas que realizan en su trabajo, lo cierto es que las anteriores características son algo absolutamente fundamental para trabajar en asuntos europeos, más aún que en cualquier otro campo.

Por otra parte, el tema estrella de nuestra visita fue evidentemente la crisis económica y cómo se está abordando desde Europa (bueno, en la OTAN el tema estrella fue Afganistán, pero esa es otra historia). No voy a aburriros con un resumen de las conferencias a las que he asistido pero os daré algunas ideas clave que he sacado de ellas: 

1) Ningún país va a abandonar el euro y mucho menos la UE, de hecho como algunos ya sabréis, el año que viene Croacia se suma al equipo europeo (aunque sin euro, claro). Las razones son muy claras, a ningún país le interesa a hacerlo y a la UE tampoco le conviene. Si la cosecuencia de una decisión entre dos partes es que ambas pierden, es evidente deducir que la decisión no se tomará y ese es exactamente el caso de la UE en este momento.

2) Respecto a la entrada de Turquía en la UE, tanto la UE como Turquía tienen mucho que ganar (de hecho, aunque parezca increíble ¡¡el proceso de ampliación de la UE hacia Turquía comenzó ya en los 70!!). Sin embargo, las negociaciones parecen estar en punto muerto por dos razones: Turquía es un país de unos 80 millones de habitantes con un nivel de vida muy por debajo del promedio europeo, lo que implicaría un esfuerzo económico que con la actual crisis la UE no se puede permitir. Sin embargo, la razón principal de que el proceso esté estancado está en Chipre. Chipre es miembro de la UE desde 2004 pero sólo la parte de la isla de cultura griega, la parte turca no pertenece a la UE. El problema es que Turquía nunca reconoció la indepencencia del "Chipre griego" de modo que no lo reconoce como estado. Como podréis suponer, resulta complicado que Turquía entre en la UE cuando no mantiene ni quiere mantener relación alguna con uno de sus miembros (lo que iría en contra de los Tratados y todo el acervo comunitario).

3) En cuanto al futuro de la UE en general, me es imposible daros una información relevante porque cada una de las personas con las que nos hemos encontrado nos han dicho cosas realmente distintas. Lo que sí parece es que hay un ánimo de cambio respecto a cómo se han hecho las cosas hasta ahora, al menos en cuanto al tema económico. Se habla de establecer una tasa a las transacciones financieras (cosa que yo no veo, pero eso ya es opinión personal), el nuevo programa de política regional (en torno al 40% del total del presupuesto europeo) va más por el camino de destinar el dinero a innovación y en pro de la competitividad de Europa en el contexto global, se habla también de crear un bono europeo para contribuir a la financiación de la UE, etc. En fin, muchas cosas pero ninguna decisión aún. Habrá que esperar.

viernes, 11 de noviembre de 2011

Curiosidades

Llevo ya más de un mes en Bremen y durante este tiempo he econtrado varias cosas que me han llamado mucho la atención, tanto de la ciudad como de la gente, la comida, etc. Muchas de estas cosas, han cambiado completamente la visión que tenía de Alemania y los alemanes aunque muchas otras también son justo como me esperaba. Os cuento algunas:
  • Las ciudad de los ciclistas. Bremen es una ciudad hecha a la medida de los ciclistas. El carril bici (de color rojo) invade la ciudad y puede verse tanto a personas mayores como a niños de 3 años montando en bici por todas partes. Hay que decir que la infraestructura es muy buena, la ciudad es bastante plana y además, las bicis siguen las mismas rutas y las mismas señales que los peatones, no que los coches, con lo que ir en bici es bastante seguro (no como en España). La bici es algo muy frecuente en Alemania y en general en todo el norte de Europa (a pesar del frío) pero Bremen es la ciudad alemana en la que se realizan más desplazamientos en bicicleta.
  • El tráfico. A pesar de ser una ciudad con más de medio millón de habitantes, el tráfico en Bremen está mucho menos congestionado que, por ejemplo, en Oviedo. La razón es que tan sólo el 40% de los desplazamientos  dentro de la ciudad se hacen en coche o moto, el resto se hace a pie, en bici o en transporte público. Por cierto, el transporte público funciona muy bien, especialmente el tranvía y yo como soy estudiante ¡puedo hacer todos los viajes que quiera gratis!. Otra cosa, cruzar con el semáforo en rojo conlleva multa también para los peatones, así que cuidadín.
  • El pan nuestro de cada día. Para mucha gente, hablar de Alemania es hablar de salchichas (bratwurst) y cerveza. Sin embargo para mí, hablar de Alemania ya es sinónimo de PAN. Hay decenas de variedades distintas, a cada cual más rica por cierto y hay panaderías (bäkerei) por todas las esquinas. Creo que los alemanes podrían vivir sin salchichas, pero no sin pan. Por otro lado, lo de la cerveza sí que es cierto: es LA BEBIDA. Como curiosidad, deciros que la cerveza auténticamente alemana sólo se elabora con ingredientes naturales (no lleva ningún aditivo químico).
  • Los alemanes, esos grandes desconocidos. A unque parte de la imagen que tenemos de los alemanes sea cierta (serios, un poco bruscos, fríos, responsables) he descubierto muchos detalles en los alemanes que me hacen apreciarlos y respetarlos mucho. El primero de ellos es que son tremendamente educados, todo es "por favor", "gracias", "disculpe" y siempre seas quien seas tengas la edad que tengas te tratan de "usted", incluso entre la gente joven (evidentemente si eres alguien conocido no). Particularmente, el personal de las tiendas es tremendamente servicial vayas con las pintas que vayas y sea la tienda que sea (¡anda que no tendrían que aprender los del Corte Inglés!). Otra cosa que me encanta de ellos es que tienen un gran sentido del humor y además es un humor un poco infantil (nada de ironías o dobles sentidos, ¡no tienen tanta malicia!). Eso sí, cuando tratan asuntos serios no valen bromas ni comentarios jocosos, ¡les parece fatal!. Supongo que es porque son bastante "cuadriculados". Si están trabajando, sólo se centran en el trabajo. Si están de fiesta, nada de hablar de trabajo o asuntos serios. Cada cosa en su momento.
  • Recicla, ¡te harás de oro! Bueno, tal vez no de oro pero por el reciclaje de botellas de plástico recibes dinero (unos 15 céntimos por botella). Hay máquinas para cambiar las botellas por dinero en la mayor parte de supermercados y también en la mensa (la cafetería universitaria). Ya que con nuestro reciclaje las empresas hacen dinero, está bien que al menos nosotros nos llevemos algo, ¿no?
Otro día hago otro post con más de estas curiosidades.


sábado, 5 de noviembre de 2011

Otoño en Bremen

Aprovechando el poco habitual buen tiempo que está haciendo en Bremen, hace unos días fui a dar una vuelta por uno de los parques de la ciudad, el Bürgerpark (y no, no venden hamburguesas). Aquí dejo unas bonitas imágenes del otoño en Bremen.



lunes, 24 de octubre de 2011

Primeras calificaciones en el master

Hoy recibí las primeras notas desde que empecé el master. La asignatura en cuestión es intercultural management (gestión intercultural, o algo así en español) y el trabajo consistió en hacer una presentación en equipo acerca del estilo de comunicación en Alemania.

Cuando uno está fuera de su país en un entorno laboral o académico (no sólo de vacaciones) y se relaciona con gente de otras culturas y países realmente se aprecian muchas diferencias, no tanto en lo que se dice sino en el CÓMO se dice. En este sentido, los alemanes tienen una forma de comunicarse que realmente choca a ciertas culturas como puede ser la española. Por ejemplo, son realmente directos a la hora de hablar, dicen sin pudor alguno lo que los gusta y lo que no, no pillan la ironía y el doble sentido y les encanta debatir y criticar (constructivamente, no hablo del cotilleo, tan extendido en España). Así mismo, también asumen las críticas con mucha deportividad porque las entienden como algo necesario para mejorar. Desde mi punto de vista, ¡en este aspecto, realmente son admirables!

Respecto al sistema de puntuación en Alemania, es diferente al español. En Alemania las notas van desde 5 (la menor puntuación posible y obviamente un suspenso) hasta 1 (la mejor puntuación posible). Entre 4 y 1 el examen está aprobado y cuanto más cerca del 1 mejor nota obtendrás. ¿Queréis saber qué nota obtuvimos nosotros? ¡Fue un 1,8! La verdad, estoy bastante contenta porque fue mi primera presentación en inglés y no se me da bien hablar en público así que me esperaba menos la verdad.