miércoles, 5 de octubre de 2011

¡Estoy en Deutschland!

Aunque llegué a Bremen ayer por la noche, hoy es el primer día completo que he pasado aquí, así que os cuento mis experiencias (que aunque lleve sólo un día ya son muchas).
Antes que nada voy a hablaros de la ciudad. Bremen es una ciudad de unos 540.000 habitantes aproximádamente, aunque esa cifra sube sensiblemente si tenemos en cuenta la cantidad de estudiantes que recibe anualmente (Bremen es la segunda ciudad alemana en recepción de estudiantes, alemanes y extranjeros). A pesar de que es una ciudad relativamente grande para lo que estamos acostumbrados en España (y más en Asturias), no se ve mucho ajetreo, excepto en el centro, en el que sí se ve más movimiento.
La zona donde vivo está relativamente cerca del centro (unos 10 minutos en bus y unos 30 andando) y es una zona bastante residencial. Hay algunos comercios (peluquerías, farmacias, etc.) y algún que otro bar o restaurante pero la mayor parte de los edificios son viviendas. A este respecto una curiosidad, uno de los edificios más altos de Bremen (si no el que más) es justo donde está mi apartamento (creo que son 10 pisos, yo estoy en el 8º). La mayor parte de las viviendas en Bremen son de dos plantas y las casas son muy cucas ^_^.
El centro de la ciudad se encuentra al norte del río Wesser (que es navegable) y cuando entras es como si estuvieras en un cuento contínuo: los edificios,  el suelo, todo el ambiente es completamente diferente. Precisamente hoy la Hochschule organizó un tour por el casco antiguo de Bremen, visitando la Catedral de San Pedro (la más importante de la ciudad), la Marktplatz (la plaza del mercado), la estatua de Rolando, el  Ayuntamiento (estos dos últimos declarados patrimonio de la humanidad por la UNESCO) y por supuesto la estatua de los míticos músicos de Bremen (mucho más pequeña de lo que me había imaginado, de hecho estaba frente a ella y no la ví hasta que no la señalaron (no sé si fue la empanada o que me esperaba algo más grandioso ^_^). Por cierto, hay una leyenda que dice que si te agarras a las dos patas delanteras del burro y pides un deseo éste se cumple (yo no probé porque no tengo ningún deseo que valga tanto ridículo ^_^). Además, una cosa muy graciosa es que junto al edificio del parlamento regional de Bremen, hay una alcantarilla que emite el sonido de uno de los trotamúsicos (recuérdese, burro, perro, gato y gallo) echando una moneda y cada vez emite un sonido distinto.
Hoy no hice fotos de todo eso porque estaba muy atenta a las explicaciones de la guía (que eran en inglish y tengo que agudizar el oido y la concentración, si no no me entero de ná). El fin de semana tal vez me dedique a dar una vuelta por el centro y ya hago fotos para que veáis que chulo todo.
De lo que sí he puesto fotos es de las vistas desde mi ventana. 
 



Son preciosas, como podéis ver, Bremen es una ciudad muy verde (en el buen sentido, mentes calenturientas ^_^), hay un montón de árboles por todas partes y también parques enormes, prácticamente bosques dentro de la ciudad. 

Otra cosa que he fotografiado es lo que me he comprado hoy para que comparéis precios con España (la verdad, a mí me ha parecido aproximadamente igual al precio que hubiera pagado allí, si no más barato).


En la foto podéis ver una botella de medio litro de pepsi, un paquete de queso, un paquete de un embutido desconocido (creo que es cerdo o pollo, cuando pruebe os lo aclaro jeje), una bolsa de pan de molde (integral y con mogollón de semillas, a ver qué tal), un paquete de 6 manzanas, un paquete de 6 kiwis, una tableta de chocolate y un sandwich de salami y queso (estos dos últimos prácticamente devorados ya, pero es lo único que comí en todo el día y tenía una fame que pa qué). Por cierto el sandwich llevaba pepinillos, como sospecho que ocurre con casi todos los bocatas alemanes, indagaré esta cuestión. Pues todo esto me costó 9,06 euros. Yo creo que en España hubiera pagado más ¿qué opináis?

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